Escuché
hace poco que quien gestó la idea del día de la madre luego se arrepintió al
observar cómo la sociedad de consumo tergiversaba totalmente el sentido de su
propuesta.
Y es que en la madre se materializa toda la fuerza
de la creación; la naturaleza misma la unge con su poder, a lo que se suma esa
especial capacidad para el amor que brota en ella a raudales, con esa entrega
incondicional, que no duda ante el sacrificio de la propia vida por el ser que
ha traído al mundo.
Es nuestra madre la que nos inicia en el
abecedario de las emociones y del desarrollo de nuestra capacidad para amar,
para comprender la importancia de, en su momento, al igual que ella, poder
declinar lo propio en favor de un otro, de llegar a tener la capacidad para
servir a otros. Esto lo aprendemos de ella.
Pero, sin embargo, esta figura de madre viene
siendo perturbada, justamente por los avatares de un contexto marcado por la
sociedad de consumo. Por la urgencia de producir dinero, nuestras madres
“modernas” están menos tiempo con sus hijos, los compensan trayéndoles regalos
o llenándolos de compañías inanimadas. No es extraño, pues, que nuestro tributo
a ellas no tenga tan presente la intención del homenaje en su día: un cariñoso
saludo, acaso una caricia, un abrazo…. Cada vez nos preocupamos más por
conseguir el bendito regalo “que hay que comprarle por su día”.
No está vedado regalar, pero lo más
importante es el cariño, un abrazo sentido, una tarjeta, acaso hecha por
nosotros mismos, unas flores, preparar su comida preferida… hay tantas maneras
de rescatarnos del bombardeo mediático…
Algunas veces me parece que somos una especie
en camino a la extinción, porque la maternidad se va desprogramando, tanto como
la capacidad de amar que de ello deriva.
Saludemos a nuestras madres con todo el amor
que se merecen, demos un paso adelante con nuestro cariño y procuremos que el
amor y la entrega acompañen a las nuevas madres, a nuestras esposas o hijas,
rodeándolas de todas las garantías para que la naturaleza del amor se exprese a
través de ellas. De ello depende el futuro de la especie… y de pequeños
homenajes que, como éste, intenten rescatar el sentido de este día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario